Manejar conflictos con les hijes

Manejar conflictos con les hijes

 Quedarse en casa durante la emergencia sanitaria no parece un gran desafío para muchxs. Pero, para quienes trabajan o viven con niñes, esta cuarentena representa un verdadero reto de convivencia. A continuación, encontrarás varios principios y herramientas que te llegarán hacia un ambiente familiar más pacífico. 

Cuidado del cuidador

«Colóquese su propia máscara de oxígeno antes de asistir a otres pasajeres»

Una de las medidas de seguridad para viajar en avión es precautelar la integridad personal antes de ayudar a otras personas. Entonces, durante este tiempo, se debe aplicar la misma dinámica. Estar emocionalmente estable ayudará a que nos comuniquemos mejor con les hijes.

«Colóquese su propia máscara de oxígeno antes de asistir a otres pasajeres»

¿Cómo cuidar de mi?

El primer paso es reconocer emociones y pensamientos. Aunque ponerles nombre es una práctica que toma tiempo en desarrollarse, es importante darse cuenta de lo se siente. El esfuerzo valdrá la pena cuando podamos identificarlas, rastrear sus orígenes y trabajar en modificarlas.

Por ejemplo, cuando sientas algo desagradable, el primer paso es detener lo que haces. Luego, si estás sentade, levántate y camina un poco. Mientras respiras profundamente varias veces, tómate tu tiempo para analizar tu situación. Con la mente un poco despejada, podrás acercarte mejor a lo que sientes, reconocer las experiencias que enfrenta tu cuerpo y finalmente encontrar un nombre para tus emociones. Si es enojo, lo reconocerás sin juzgarte por sentirlo. Al contrario, es importante que busques el pensamiento que te ha causado el enojo y que enfoques tus energías en cambiar la situación. 

Toma tiempo identificar nuestras emociones, pero nuestra comunicación mejorará muchísimo si primero sabemos qué sentimos y lo que cada persona necesita.

Principios y herramientas de resolución de conflictos

Después de varias semanas en cuarentena, es necesario una rutina estructurada para que les hijes puedan continuar sus actividades académicas mientras sigues con tus labores. Aunque esto puede ser más fácil decirlo que hacerlo. 

Seguramente, te tomará más de un intento lograr una organización efectiva para todes. Estos esfuerzos también pueden provocar conflictos. La manera de manejar y resolver el conflicto dependerá del tipo de relación y la cercanía entre les involucrades. Sin embargo, existen principios que pueden servir para encontrar una solución eficaz.

1. La colaboración como eje central

Usualmente, son los padres/madres quienes deciden qué es importante y qué es mejor para la vida de sus hijes. Esto es necesario; les niñes y adolescentes aún no conocen mucho del mundo y las reglas que gobiernan nuestra sociedad. Entonces los padres/madres tienen la responsabilidad de guiarles.

No obstante, hay ámbitos en donde llegar a acuerdos es fundamental para el desarrollo de les hijes también. Enseñarles a escuchar y negociar son habilidades que les servirán toda la vida en un amplio abanico de situaciones. 

2. Escuchar y valorar lo que nos dicen les niñes

En el mejor intento por ayudar a les hijes, se puede llegar a  ignorar sus deseos, preferencias y necesidades. Dar valor a lo que piensan es de gran importancia. Une niñe o une adolescente que se siente escuchade, tiene más probabilidades de seguir las reglas y acuerdos a los que lleguen al final de un conflicto. Además, entenderán que sus aportes son parte de esas soluciones.

3. Enseñar con el ejemplo

«Pero tú no haces eso, ¿por qué debería hacerlo yo?» Escuchar esta frase durante una discusión acerca de reglas puede volverse común. Para ser eficientes, las normas tienen que ser coherentes y aplicarse de igual manera para todes. Si, por ejemplo, se restringe el uso de celular mientras les hijes realizan deberes y les adultes trabajan, lo lógico es cumplirla. Si alguien no la sigue correctamente, pierde su valor y significado. Transmitirá el mensaje de que no es importante y generará la errada idea de que se la ha puesto sólo para molestar a les niñes.

Las normas tienen que ser coherentes y aplicarse de igual manera para todes.

4. La casa no es la escuela y no tiene que serlo

 

La flexibilidad y la capacidad de adaptación es fundamental ante cualquier desafío. Dentro de la escuela, hay unas lógicas particulares y factores específicos que permiten que, en lo posible, las cosas funcionen bien. Sin embargo, en el hogar las lógicas son otras; las relaciones y los espacios son diferentes. Esto no significa que les niñes y adolescentes no deban cumplir con sus obligaciones académicas. Al contrario, significa que hay maneras más eficientes de lograr esos objetivos. 

En casa, padres/madres se convierten en facilitadores de conocimiento. Al tener un nuevo espacio de explicación, se abre la grandiosa y desafiante oportunidad de cumplir las necesidades específicas de les hijes. Por ello, es importante ser paciente y estar abiertes a escuchar todas sus preguntas y dudas con respecto de sus tareas o el propósito de las mismas. También es importante permitir descansos para evitar que les niñes se fatiguen o que se abrumen con toda la información que deben aprender. 

En este tiempo, es fundamental estar atentoess cuando les hijes tienen mayor energía y concentración. Esto permitirá aprovechar momentos específicos para realizar las tareas. No existe una regla específica para proceder. Se trata de algo personal que se descubre con el tiempo y la suficiente atención. Tal vez une de nuestres hijes sea una persona matutina y aprenda mejor durante la mañana pero en la tarde ya no pueda concentrarse. Une hije adolescente tal vez puede trabajartrabaja mejor en la tarde o en la noche. Sin duda alguna, puede ser mucho más útil atender a esos ritmos naturales que intentar forzar el horario de 8am:00 a 2pm14:00 del colegio.

En conclusión…

Ajustarse a los cambios, en especial a los drásticos, como pasar de modalidad presencial a modalidad en línea, es complejo y demanda energía para lograr acoplarse. Lo descrito en este artículo es una referencia que puede ser de gran utilidad en momentos complicados. Cada familia es única por las maneras en que se relacionan entre sí y en las circunstancias particulares en que viven. Por esto, esta guía puede ajustarse a lo que tenga más sentido para cada une. Mantener una buena comunicación entre padres/madres e hijes es un desafío. Buscar recursos adicionales siempre es motivo de orgullo porque demuestra el interés por mejorar y darles oportunidades de vida a les hijes. Al final del día, siempre se debe recordar el cuidado personal y la importancia del bienestar como padres/madres para les más pequeñes.

Esta es una iniciativa que se realiza gracias a la Oficina de Población, Refugiados y Migración y a la Embajada de los Estados Unidos en Ecuador. Trabajamos con CARE Ecuador y Fundación Alas de Colibrí en el Proyecto Protección Multisectorial ante la Crisis Humanitaria.

 

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