VIH en tiempos de COVID-19

VIH en tiempos de COVID-19

Actualmente, el mundo se enfrenta a una situación compleja e impredecible, la COVID-19. La pandemia ha dejado al descubierto las brechas existentes entre las diferentes comunidades y la sociedad en general. Es evidente que el acceso a los servicios de salud no es igual para todxs, incluyendo el acceso a información veraz y de alta importancia.

Cuando pensamos en la COVID-19, cruzan muchas dudas referentes a la seguridad de las personas VIH positivo: ¿Soy más vulnerable? ¿Mi medicación me protege del COVID-19? ¿Puedo vacunarme?

Respondiendo a la primera pregunta, ¿soy más vulnerable?, se platean dos escenarios. En el primero encontramos a las personas sin tratamiento antirretroviral, o que incluso desconocen su estado serológico. Se ha determinado, según varios estudios, que pueden tener un riesgo elevado de contagio. Por el contrario, otros señalan que existe un riesgo similar a la población en general. No obstante, su estado de inmunosupresión los vuelve más propensos a una enfermedad grave y potencialmente letal, por lo cual, es necesario que las campañas de tamizaje y oportuno tratamiento sean continuas y se reduzca el riesgo de afección.

 

El otro escenario es el de un paciente seropositivo, con buena adhesión a su tratamiento antirretroviral y que ha logrado controlar su carga viral. En este caso, los estudios sugieren que se el riesgo es equiparable al de la población en general y la posibilidad de tener complicaciones se asocia, al igual que al resto, a factores como la edad, obesidad, patologías pulmonares de base entre otras.

Un error muy común es pensar que la terapia pre-exposición o los antirretrovirales brindan cierto grado de protección contra la COVID-19. Es de vital importancia desmentir estos rumores ante el grave efecto que pueden tener sobre la percepción de vulnerabilidad en las personas bajo estos tratamientos. Es verdad que algunos fármacos usados en el tratamiento del VIH han sido y siguen siendo estudiados para evaluar su efectividad como tratamiento en casos de COVID-19, sin embargo estos estudios no han tenido resultados efectivos, por lo cual, una persona en tratamiento con dichos esquemas debe tener el mismo cuidado que la población en general.

Con la llegada de las diferentes vacunas se abre una posibilidad, aún lejana para el VIH, de la erradicación o, en su defecto, de un control eficaz de la COVID-19. Vale destacar que esta vacuna brinda los mimos beneficios y supone los mismos riesgos en pacientes seropositivos que en el resto de individuos, por lo cual es indispensable que se elaboren planes que incluyan a la comunidad seropositiva como grupo prioritario de vacunación.

Se debe trabajar en la inclusión de los grupos vulnerables en las mesas de trabajo, en empoderar con información clara y oportuna a la población y brindar las herramientas necesarias para que dicha información sea de acceso libre. La respuesta debe ser crear una cultura de solidaridad, no sembrar medios y estigmas, se debe garantizar que las personas puedan actuar sin temor, así como garantizar oportunidades de vacunación y acceso libre a sus esquemas de tratamiento.

Esta es una iniciativa que se realiza gracias a la Oficina de Población, Refugiados y Migración y a la Embajada de los Estados Unidos en Ecuador. Trabajamos con CARE Ecuador y Fundación Alas de Colibrí en el Proyecto Protección Multisectorial ante la Crisis Humanitaria – Fase II.

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